El Centinela

El Cerro El Centinela, a escasos kilómetros del corazón de Tandil, se erige como un testigo silente de historias ancestrales y emociones profundas. Su silueta, coronada por una imponente formación rocosa de más de siete metros de altura y aproximadamente 72 toneladas, ha sido esculpida por milenios de vientos y lluvias, adoptando la figura de un guardián eterno que observa pacientemente el horizonte.

La leyenda que envuelve a este cerro narra la historia de Amaiké, una joven de belleza singular y habilidades excepcionales, hija de un cacique y una cautiva extranjera. Durante los tiempos de la Campaña del Desierto, Amaiké se destacó por su valentía y destreza, ayudando a su pueblo a resistir los avances del ejército. Su amor con Yanquetruz, un guerrero de otra tribu, floreció en medio de la adversidad. Sin embargo, tras ser capturada y escapar, Amaiké encontró su destino en las aguas de un manantial. Yanquetruz, desconociendo su suerte, la esperó incansablemente en lo alto del cerro, hasta que los dioses, conmovidos por su devoción, transformaron su espíritu en la piedra que hoy conocemos como El Centinela.vivotandil.com

Hoy, el Cerro El Centinela es un destino que combina naturaleza, historia y aventura. El complejo ofrece una variedad de actividades para todos los gustos: desde un paseo en aerosilla que brinda vistas panorámicas de las sierras y la ciudad, hasta emocionantes experiencias como tirolesa, rappel y cabalgatas. Los visitantes también pueden disfrutar de la gastronomía local en el parador del cerro, donde se sirven platos regionales cocinados al horno o a la parrilla a leña, acompañados de dulces y confituras artesanales.cerroelcentinela.com.ar

Recorrer el Cerro El Centinela es sumergirse en un entorno donde la belleza natural y la riqueza cultural se entrelazan. Es un lugar que invita a la reflexión, al disfrute y al descubrimiento de las historias que han dado forma a la identidad de Tandil. Cada sendero, cada vista y cada rincón del cerro ofrece una experiencia única que conecta al visitante con el alma de la región.